Sentado en nuestro viejo sillón
contempló como el tiempo pasó y
y mi tiempo se terminó.
La muerte mi alma de mi cuerpo arrancó,
no pude decirte mi último adiós.
Ahora mi cuerpo sin luz descansa en este
ataúd de momentos que no viví y de
sueños que no cumplír por el miedo que había
en mi. Ahora todo aquello que fuí
se quedará aquí cuidando de las personas
que estuvieron a mi lado, cuando el miedo en
mi cuerpo se había anclado.
21 nov 2022
Aquel viejo sillón
17 nov 2022
Un minuto a solas
Somos dos almas
sin rumbo ni camino,
el destino nos unió
en el momento en el cual
ninguno de los dos
creía en el amor.
Una jugada del destino,
cruzó nuestro camino
ambos éramos dos
seres de luz sin rumbo
al que viajar, sin una persona
a la que amar,
y sobretodo poder abrazar
cuando algo iba mal.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)