perdidos entre el silencio y el amor,
no puedo evitar contemplar
como tus ojos no paran de brillar,
se que la luz que te iluminará, jamás morirá.
El tiempo pronto se detendrá y
de nuevo me veras marchar,
mientras yo solo pienso en regresar
a ese lugar en el que te quise enamorar.
Hasta entonces cada noche esperaré
y tus sueños velare, para que los
no se acerquen a ti, pues ahora te toca
a ti ser feliz.