Las horas pasaban en el reloj
que marcaba el compás de mi corazón,
el mismo que esperaba con ilusión
verte bajar de aquel vagón para salir
corriendo hacia a tí, como si un
mañana no hubiera para mi.
Deseo recorrer con mis dedos tu piel
esa misma en la que me perdí
cuando yo me enamore de ti, y desde
entonces no consigo vivir en mi,
pensando en ese elixir que hoy me hace
seguir caminando junto a ti.