en el ayer mis poemas te dediqué,
quiero volver a amanecer
acariciando tu suave piel.
Déjame que mis dedos se deslizaran
por cada curva de tu cuerpo,
el cual puedo sentir
como mi aliento eriza tu cuerpo.
Tus labios son mi destino,
como tú ojos la luz de mi camino,
tus manos serán mis alas
al volar hacia ese lugar que un día
te despertará y mi sonrisa contemplaras.
En mis pensamientos te tengo,
en mis sueños te beso,
y entre tus brazos yo me pierdo,
cuando no tengo luz en mi camino.